Alejo Sauras: “Que tus compañeros valoren tu trabajo te hace sentir un gran orgullo”.

Alejo Sauras: “Que tus compañeros valoren tu trabajo te hace sentir un gran orgullo”.

Siempre me han gustado las tardes de verano, y más aún si puedes compartirlas con un compañero que derrocha generosidad, que vive con pasión cada comento y que se entrega al cien por cien en todo lo que hace. Acaba de estrenar El jugador de ajedrez, en breve lo veremos en la comedia Caribe Mix y es uno de los protagonistas de Estoy vivo, la nueva serie de Globomedia para TVE. Sin duda, Alejo Sauras atraviesa un buen momento profesional.

 

Ángel Caballero: Tengo entendido que te gustaba el cine y el teatro, pero que nunca pensaste que te pudieras dedicar a ello profesionalmente.

Alejo Sauras: Hay ciertas profesiones que cuando somos niños nos gustan mucho, soñamos con ellas, pero nunca pensamos que podremos dedicar nuestra vida a ellas. Es como ser astronauta… Yo también quería ser astronauta, y si hubiese habido alguna posibilidad de ser astronauta amateur la habría practicado, pero es algo que ves muy lejano. Por suerte, lo que sí había era teatro amateur y empecé a hacer montajes de este tipo desde la época del instituto. Luego estudié en la escuela de idiomas y participé en dos montajes teatrales en japonés, porque era algo que me gustaba mucho, pero siempre lo había concebido como un hobby. Yo seguí con mis estudios de aviónica, y en un tiempo de espera, mientras me llamaban de unas oposiciones que había hecho, empecé a estudiar arte dramático y me presenté a algunas cosas de televisión, sin tampoco pensar que aquello fuese a ser mi destino. Cuando un año y medio después me llamaron de aquellas oposiciones, me di cuenta de que ya no podía renunciar a la interpretación.

A.C: ¿Fue entonces cuando llegó tu primera oportunidad en la serie Menudo es mi padre?

A.S: Justo. Aquello surgió de una de esas pruebas que hice en un día que no tenía nada que hacer. Recuerdo que había quedado con un amigo y me preguntó si podía acompañarlo al día siguiente a Globomedia para unas pruebas que estaban haciendo. Como la prueba consistía en una escena de dos chicos que estaban en una pelea, la hice también… ¡Y me cogieron! A partir de ahí, ya surgieron otros papelitos, en series como Compañeros o A las once en casa. Llegué, incluso, a trabajar un día en una serie de Lina Morgan.

A.C: Y Al salir de clase…

A.S: Sí.

 

2017 Alejo Sauras AC, Moises Fernandez Acosta, #moifernandez-24

A.C: Tu primer protagonista y encarnando al primer adolescente homosexual en una serie juvenil en la historia de la televisión.

A.S: Eso es algo que llevo siempre con mucho orgullo. Para mí todo aquello fue como un sueño, porque yo era muy joven, siempre había sido muy rebelde y era una persona mucho más valiente de lo que soy ahora. (Risas) La serie ya llevaba unos años en emisión, había hecho ya como tres pruebas y jamás me habían cogido. Yo estaba rodando un episódico en El Comisario, en el que interpretaba a un nazi, y la directora de casting, Carmen Utrilla, llamó a Toni Sevilla, que era el director de Al salir de clase aquella temporada, para que viniera a verme al rodaje. A los pocos días, iba paseando por la Plaza Mayor cuando me llamó mi representante para decirme que me ofrecían un personaje en la serie, que era homosexual y que, al principio, era muy rebelde, pero que después acabaría siendo muy bueno. Habría aceptado cualquier papel, pero el que me propusieron me encantó. Durante el primer año, Santi, que así se llamaba, permaneció, a todos los efectos, “asexuado”. Según me comentó mucho después Jaime Palacios, el argumentista de la serie en aquella época y creador del personaje, la intención siempre fue, desde el principio, normalizar el tema, y que Santi tuviese parejas, tramas románticas como las de cualquier otro personaje de la serie. En cada nueva “Biblia” argumental, cada trimestre, se proponía una historia de amor de Santi con un chico… que era sistemáticamente rechazada, por lo que la trama prevista se “reciclaba” y el noviazgo se trasladaba a alguno de los personajes femeninos.  Entretanto, Santi se veía envuelto en historias en las que la chica de turno quería demostrarle que no era gay… aquello ya no iba a ningún sitio.  Hasta que en un verano, cuando bajaba un poco la audiencia de la serie, la cadena se atrevió por fin a que Santi tuviera un novio, que interpretó Bernabé Fernández… pero, eso si, en un tono muy light. Para sorpresa de todos, la historia de Santi y Rubén gustó muchísimo y la audiencia subió. Al principio, fueron días de mucha tensión, porque una trama que se esperaba que pasase un poco desapercibida, no lo hizo en absoluto. La productora y la cadena se frenaban mucho con este tema, hasta el punto de que los personajes tenían una relación, pero no podía mostrase explícitamente. Y al final nos atrevimos y conseguimos que se mostrara a esa pareja besándose como cualquier otra.

 

(Alejo y Ángel llevan camisetas Pacápolo)

 

A.C: Y cuando terminaste la serie, te embarcaste en tu primera obra de teatro profesional con Volveremos a hablar de esta noche

A.S: Sí, algunos compañeros que salimos a la vez de la serie, como José Montó, Laura Manzanedo y Jaime Palacios, decidimos producir esta función juntos, que también escribía y dirigía el propio Jaime.

A.C: Curiosamente, tenemos eso en común… Volveremos a hablar de esta noche también fue mi primera obra de teatro como protagonista, interpretando al mismo personaje.

A.S: ¡Es verdad!

A.C: Y creo que, además, los dos la hicimos, más o menos, con la misma edad. No sé si por la edad, por la complejidad del personaje o por la responsabilidad de ser mi primer protagonista sobre las tablas, pero creo que es de las pocas veces que me gustaría volver atrás en el tiempo, sabiendo lo que sé ahora, para volver a interpretar a ese personaje. ¿Te ha ocurrido esto mismo a ti?

A.S: Te entiendo perfectamente, pero, y aunque yo siempre que vuelvo a ver un trabajo me gustaría volver a hacerlo, en este caso pienso que ese personaje tenía que ir dotado de una ingenuidad muy grande que teníamos en ese momento y que ahora ya no tenemos.

 

 

A.C: Donde seguro que no te importaría volver es a la noche del estreno de El Eunuco, hace unos años, nada menos que en el Festival de Teatro de Mérida.

A.S: Por supuesto, porque fue un sueño. No olvidaré jamás aquella noche, después de diez años sin subirme a un escenario desde Volveremos. Además, salíamos por público, por unos túneles que tiene el teatro romano, como si fuéramos jugadores de fútbol, con el teatro lleno y un cañón apuntándote. Fue una sensación que jamás podré olvidar. Era una obra musical, y cuando me la ofrecieron Pepón Nieto y Anabel Alonso, que eran los productores, yo les dije que no cantaba. Así que ahí cantaban todos menos yo. Y recuerdo que el día que acabamos en Mérida, fue tal el subidón de adrenalina que fui y les dije: “yo quiero cantar, por muy mal que lo haga, pero tengo que vivir esto que están viviendo mis compañeros”. Y me pusieron una canción y la canté durante todas las funciones que vinieron después.

 

A.C: Y de ahí a las tablas del Teatro Español en La Cocina, dirigida por otro compañero de Al salir de clase, Sergio Peris Mencheta, y donde te reencontraste con otros tantos compañeros.

A.S: Sí, con Diana Palazón, con Marta Solaz (que hacía de mi hermana en la serie) y con Sergio, con el que nunca había conseguido coincidir trabajando, porque él se fue de Al salir de clase antes de que yo llegara. Que Sergio me llamara y me ofreciera ese personaje fue una de las cosas más bonitas que me han pasado en esta profesión. Curiosamente, yo ya había visto la función, porque él ya la había representado con actores universitarios trece años antes y yo había ido a verla como espectador. Recuerdo que cuando me llamó, me dijo: “No sé si te acordarás, pero  me gustaría ofrecerte este personaje…” y le contesté: “No me acuerdo, pero, sea cual sea, sí. Envíame el texto para que me lo estudie y dime donde tengo que estar para ensayar”. Creo que ha sido la decisión más fácil que he tomado en toda mi vida, y una de las más acertadas.

 

A.C: Ahora vuelves a la televisión con la serie Estoy vivo, de Globomedia, productora con la que vuelves a trabajar, después de Los Serrano.

A.S: Sí, para mí es como volver a casa. Además, es curioso, porque en todos estos años ésta es la primera vez que grabo en los platós de Globomedia, porque todo lo que he hecho con ellos, salvo un capítulo de Siete Vidas, se hizo en otros sitios. Así que ha sido como una vuelta a casa y, al mismo tiempo, como la primera vez.

 

A.C: ¿Puedes avanzar algo de este nuevo proyecto?

A.S: Pues todavía no puedo contar mucho, salvo que está siendo una nueva experiencia muy bonita con la que estoy muy ilusionado

 

A.C: Poco después de la última entrevista que hicimos, para Mira a cámara, te premiaron en la Unión de Actores. Imagino que recibir ese reconocimiento por parte de los compañeros de la profesión tiene que ser algo muy emocionante.

A.S: Ni te lo imaginas. Evidentemente, todos soñamos con ganar un Goya, una Concha o cualquier otro premio, pero éste es algo que te llega muy al corazón, por venir de donde viene. Los otros premios te pueden dar una proyección muy grande, pero un premio de la Unión de Actores significa que tus compañeros de profesión han valorado tu trabajo y eso te hace sentir un orgullo propio muy grande. A mí ese premio me hizo sentirme aún más parte de la profesión. También recuerdo que aquella noche Álex Angulo también salió de aquel teatro con otro premio. Es uno de los actores a los que más admiro y respeto, y de los que más echo de menos.

A.C: Aquel premio que te dieron fue por tu trabajo en República, de la que aquí aún no hemos podido ver la segunda temporada pero, gracias a Netflix, ya la están disfrutando en otros países como México.

A.S: Es una pena que esto ocurra y que aún no se haya emitido. Imagino que los que decidieron no ponerla ni siquiera la habían visto, porque es una serie que no va en contra de los valores de nadie. Supongo que no les gustaba el nombre de República, porque lo que la serie contaba no era más que una parte de la historia de España, sin ahondar mucho más. De hecho nosotros rodamos en casa de la propia Esperanza Aguirre y los guiones para poder grabar allí tenían que ser aprobados por ella, por lo que supongo que, si hubieran tenido algún problema con algo de lo que se contaba, lo habrían dicho antes. La verdad es que no sé el motivo por el que aún no se ha emitido, pero, en cualquier caso, es una pena.

 

 

A.C: Acabas de estrenar la película El jugador de ajedrez y vienes de rodar Caribe Mix. Curiosamente, las dos con Marc Clotet. Parece que habéis hecho un buen tándem al más puro estilo Newman y Redford.

A.S: Sí, ya somos como hermanos. A Marc le tengo muchísimo cariño, siempre se ha portado muy bien conmigo y trabajar con él ha sido un maravilloso descubrimiento. Es un actor de una generosidad y de una implicación alucinante y como persona es un amor.

A.C: Para rodar Caribe Mix, te has tenido que ir al Caribe. ¿Qué tal la experiencia?

A.S: La verdad es que ha sido un poco una locura, pero he tenido la suerte de ir con grandes compañeros españoles y nos hemos apoyado mucho entre nosotros, porque ya sabes que no siempre es fácil rodar fuera.

 

A.C: Alejo, te deseo todo lo mejor con Estoy vivo. Gracias por todo. Siempre es un placer verte.

 

TEXTO: ÁNGEL CABALLERO

FOTOGRAFÍAS: MOISÉS FERNÁNDEZ ACOSTA