Harlys Becerra: “Como actores, nos hace ilusión que nuestro trabajo se vea y llegue a la gente”.

Harlys Becerra: “Como actores, nos hace ilusión que nuestro trabajo se vea y llegue a la gente”.

Poco a poco, se fue colando en nuestros televisores, participando en series tan conocidas como Aída o B&b. Pero ha sido Vis a vis, uno de los fenómenos televisivos de la temporada pasada, la que le colocó en el punto de mira de los profesionales de la industria, brindándole la oportunidad de subirse a las tablas con una adaptación de Juan Carlos Rubio de El abanico de Lady Windermere, acompañado por Natalia Millán, y dirigido nada menos que por Gabriel Olivares. Harlys Becerra atraviesa un momento profesional muy dulce. Quédate con nosotros y no pierdas esta oportunidad para conocer un poco más a este cubano afincado en Madrid…

 

Harlys Becerra: Antes de nada, me gustaría decirte que me gusta mucho tu nombre. Tiene mucha fuerza. ¿Es tuyo o es un nombre artístico?

Ángel Caballero: Es mío. Caballero es mi segundo apellido. Por cierto, a mí también me gusta tu nombre y me parece, cuanto menos, curioso. ¿Sabes de donde viene o por qué te lo pusieron?

H.B: Creo que es americano. Harlys era el nombre de uno de los personajes de una novela que leyó mi tía una vez y me lo pusieron.

 

 

A.C: También me gusta mucho Cuba, tu tierra. Aún no he podido ir, pero siempre me ha sentido muy atraído por ella y me ha parecido un lugar con mucho encanto.

H.B: Sí, yo soy de la Habana… Tienes que ir un día y conocerla. Después de eso, te gustará aún más.

A.C: ¿Fue allí, cuando eras un chaval, donde te picó el gusanillo por la interpretación?

H.B: Sí, desde muy pequeño me llamaba la atención todo este mundo, todo lo que era el cine o la televisión. Recuerdo que veía las películas y luego podía pasarme horas imitando todo lo que había visto en ellas. Años después, hicieron un casting para una  serie que era una versión de El conde de Montecristo, de Dumas. Yo tendría unos catorce años y, un poco a lo loco, sin pensármelo dos veces. me presenté al casting. Tuve la suerte de que me cogieron para un personaje muy pequeño y así fue como empecé…

A.C: Tengo entendido que también estuviste viviendo un tiempo en Londres. ¿Fue después de este trabajo?

H.B: Sí, unos años después. Cuando cumplí los dieciocho años, me marché a Londres y allí trabajé en varias cosas para ganarme la vida, desde cocinero hasta profesor de baile para turistas e ingleses, mientras lo compaginaba con mis estudios de interpretación en la RADA y Cityville.

 

A.C: Te confieso que yo, que me muevo como un pato mareao, cuando te vi dar algunos pasos en Windermere Club sentí cierta envidia. ¿Qué hay que hacer para moverse así? ¿Son años de escuela o nacer con ese ritmo interno?

H.B: En mi caso, yo creo que es algo que me venía ya de fábrica. (Risas) Bailaba desde niño, lo típico, en fiestas con amigos… y ya después me lo tomé un poco más en serio y tomé algunas clases.

A.C: ¿Por qué decidiste ir a Londres y no a cualquier otro sitio cuando saliste de Cuba?

H.B: Yo soy cubano, siempre lo seré y llevo a Cuba en mi corazón y en mi alma, pero también siempre me interesó mucho la cultura europea. Londres era una ciudad que me había llamado mucho la atención desde hacía tiempo. Surgió la oportunidad y allí que me fui. Luego descubres que es un lugar muy duro para comenzar una carrera de actor. Yo llegué sin hablar apenas inglés y, una vez allí, ya fui a clases para aprender el idioma y, como te decía antes, poder trabajar y formarme como actor. Recuerdo que cuando leía la prensa por las mañanas, en el metro, siempre me llamaba mucho la atención que uno de los pocos países que ponían que estaban a veintimuchos o treinta y tantos grados, mientras nosotros en Londres estábamos a menos cuatro, era España. Puede que fuera ahí cuando se me empezó a pasar por la cabeza el venirme a aquí… Aquello es muy bonito, pero también es un lugar muy duro para vivir y sentía que tenía que dar un cambio radical a mi vida y poder irme a un sitio donde pudiera dedicarme a tiempo completo a esta profesión.

A.C: ¿Fue duro el aterrizaje en Madrid?

H.B: Al principio, un poco sí. Esa sensación de sentirte algo perdido al llegar a una ciudad nueva, sin conocer a nadie, sin saber por dónde empezar… Eso nunca es fácil.

A.C: Me han soplado que la primera sesión de fotos que te hiciste al llegar aquí te la hizo un amigo común, Moisés Fernández Acosta…

H.B: Sí, llegué en Julio y nos conocimos como en noviembre para hacer las fotos. Yo ya me había hecho fotos cuando vivía en Londres, pero aquí las primeras que me hice fue con él… Y ya no sólo es el fotógrafo que me hizo aquellos retratos, también es un amigo.

 

 

A.C: Y poco después empezó tu trayectoria profesional en España…

H.B: Sí, con un spot publicitario de la lotería de navidad que dirigió Santiago Zannou. Para mí aquello significó mucho, porque fue la primera toma de contacto con un trabajo profesional en España. Además, con un director como Santiago, que tiene un bagaje tan interesante y extenso. Después de aquello, hice un capitular en Aída y luego esta segunda temporada que se está emitiendo ahora de B&b. Fui para hacer un episódico y acabé haciendo ocho capítulos…

A.C: Parece que tu trabajo no pasó desapercibido para Globomedia, porque, además de estos capítulos de B&b, volvieron a confiar en ti para Vis a Vis. ¿Cómo recuerdas esa sensación de nervios que todos tenemos en las primeras pruebas?

H.B: Fue algo curioso, porque cuando Elena Lázaro, mi representante, me llamó por primera vez para darme la noticia de que los directores de casting de Globomedia querían verme para ese episódico de Aída, yo no estaba en Madrid. Me encontraba de vacaciones, surfeando en Fuerteventura. Nada más aterrizar, Elena me llamó e intenté volverme a Madrid para llegar a tiempo a la prueba, pero no era posible. Por un momento pensé que lo perdía, pero, por suerte, vieron mi videobook, creyeron que encajaba bien en lo que buscaban, confiaron mucho en mí y me dieron ese pequeño papel en Aída. Llegué directamente para grabar y ahí ya me entrevisté con ellos. Poco a poco, fueron confiando cada vez más en mí y pude ir subiendo escalón por escalón.

A.C: ¿Cómo viviste esa primera experiencia de trabajar con algo más de continuidad en televisión en una serie como B&b, y acompañado por actores de la talla de Belén Rueda o Gonzalo de Castro?

H.B: Fue muy bonito. Es una oportunidad que agradezco muchísimo, porque, como te decía antes, entré para hacer un capitular y luego mi personaje pasó a ser de reparto y a ir cogiendo más peso. Es un papel muy colorido y divertido al que le tengo un cariño enorme. Además, curiosamente, yo era muy fan de B&b en la primera temporada, antes de saber que iba a trabajar ahí. Trabajaba en un bar y recuerdo que salía a las dos de la madrugada como loco para llegar a casa y ver el nuevo capítulo que había grabado. Así que imagínate lo emocionante que fue cuando me llamaron para decirme que querían hacerme una prueba para la segunda temporada… Es una serie que creo que merece la pena ver, porque tiene unas tramas muy interesantes y con un nivel actoral de los compañeros tremendo.

 

 

A.C: Ha sido muy comentado en prensa y redes sociales lo mucho que tardó la segunda temporada de B&b en volver a la parrilla televisiva. ¿Qué sientes cuando tu primer trabajo, en el que ya adquieres cierta relevancia, pasa por una larga espera hasta llegar a verse en las pantallas?

H.B: Bueno, eso son cosas que no dependen de nosotros. Ellos tienen sus razones y son los que deciden cuándo es el mejor momento para programarla. Como actor, esa espera hasta que llega a emitirse da un poco de bajón, pero hay que entender que eso ya pertenece a otra serie de cosas que no tienen nada que ver con lo que nosotros hacemos. Nosotros hacemos un trabajo, lo cobramos y nos ponemos con otra cosa… pero también nos hace ilusión que se vea y llegue a la gente. Por suerte, esa espera se llevó mejor porque salió Vis a vis.

A.C: En B&b interpretas a un cubano, pero en Vis a vis te desprendiste por completo de tu acento para dar vida a un español, como es Valbuena.

H.B: Sí, la verdad es que es algo que he tratado de currarme mucho. Desgraciadamente, vivimos en una sociedad en la que es fácil que te encasillen en un determinado tipo de papeles por el sitio de dónde vienes. Así que yo, desde que estudiaba, me fui trabajando el acento, y cuando llegué a Madrid fue cuando dije: “Tengo que ponerme las pilas mucho más para aprender a trabajar el acento, porque aquí nadie regala nada”.

A.C: ¿Cómo lo hiciste? ¿Recurriste a algún profesor de voz?

H.B: No, lo trabajaba yo solo en casa a diario. Cuando tenía más tiempo, le dedicaba entre tres y cuatro horas, y cuando tenía menos, pues media hora, pero siempre procuraba dedicarle aunque fuera un rato cada día.

A.C: Te quitaste el acento y ahora lo tienes que recuperar para la función Windermere Club, con la que estáis actualmente de gira.

H.B: Sí, así ha sido. Está siendo un viaje, porque, por una parte, ya estamos grabando la segunda temporada de Vis a vis, donde uso el castellano, y por otra con la obra, donde hablo en cubano. Estuvimos en el Teatro Fernán Gómez de Madrid y ahora salimos con una gira por España bastante potente, que nos llevará a Valencia, Alicante, el País Vasco, muchas ciudades del sur…

A.C: ¿Conocías la función antes de entrar en este proyecto?

H.B: Sí, es un texto muy rico, muy lindo y no es nada fácil de adaptar, porque cambiar el gris de la sociedad británica por el colorido de Miami no es una tarea sencilla, pero Juan Carlos Rubio lo ha hecho extraordinariamente bien.

 

 

A.C: Algunos de los compañeros de Vis a vis me han dicho que soléis juntaros cada semana para ver los capítulos.

H.B: No todas las semanas, pero sí de vez en cuando. Por ejemplo, sí lo hicimos en el capítulo nueve de la temporada pasada, que es cuando me pegan un tiro y es de los más interesantes para mí, porque pasan muchísimas cosas.

A.C: Este verano fuiste a casa, a Cuba, donde la serie se ve muchísimo.

H.B: Sí, allí se ve una barbaridad y tiene muchísimos seguidores. Ellos lo tienen muy jodido para verla, porque no se emite en la televisión nacional, sino que se bajan una especie de paquetes de varias series y hay casas que los alquilan para verlos. En Cuba siempre se han visto muchísimas series españolas, pero Vis a vis es que ha tenido una repercusión brutal.

A.C: Yo siempre digo que lo que hacemos, en gran parte, es para que lo vean nuestros familiares y amigos más queridos. Imagino que ha tenido que ser emocionante volver a tus raíces y vivir este fenómeno de cerca.

H.B: La verdad es que sí. Incluso, en el aeropuerto me pararon y me dijeron (poniendo acento cubano): “Ay, como te pareces tú al policía de la serie nueva de las presas”. Y la señora que está en el control de equipajes, lo dejó todo un segundo para hacerse una foto.

A.C: ¿Me adelantarías algo de la segunda temporada de Vis a vis?

H.B: No puedo contarte nada aún, pero creo que no va a defraudar en absoluto a los seguidores de la serie.

A.C: Has comentado antes que trabajaste como cocinero, en bares… y me han soplado que preparas unos cócteles impresionantes.

H.B: ¿Eso te han dicho? (Risas) Sí, bueno… no se me da mal… (Risas)

A.C: ¿Eres más como Ted Danson en Cheers o como Tom Cruise en Cocktail, que lanzaba la coctelera por los aires y la movía como unas maracas?

H.B: Hombre, imagino que Cruise habrá tenido unas cuantas personas ahí con él enseñándole… Yo no soy muy de hacer flair, que es como se llama eso, pero bueno, todo es ponerse y con un poco de entrenamiento… (Risas)

 

 

A.C: Yo es que para eso soy de los de “Si no lo veo…” o si no lo pruebo…

H.B: Pues, cuando quieras, te preparo uno y tú me dices que te parece… Además, a mí preparar cócteles para amigos o cocinar para ellos es algo que me encanta.

A.C: Pues te tomo la palabra. Queda pendiente esa invitación y así vamos ocupando el tiempo hasta que empiece la tan esperada segunda temporada de Vis a vis. Harlys, ha sido placer tenerte en AlgoPasaCom. No hay que ser muy listo para saber que todo te va a ir muy bien, y yo así lo deseo.

 

 

¡NO TE PIERDAS, el próximo JUEVES 10 de DICIEMBRE, AlgoPasaCom… RODOLFO SANCHO!

 

TEXTO: ÁNGEL CABALLERO

FOTOS: MOISÉS FDEZ ACOSTA

VESTUARIO: Calzado PAREDES

AGRADECIMIENTOS: Restaurante MARICASTAÑA