Francisco Ortiz: «Siempre me sentiré como un actor»

Francisco Ortiz: «Siempre me sentiré como un actor»

Hace menos de cuatro años que llegó a esta profesión, pero lo hizo por la puerta grande: acabó su formación en la RESAD y entró a formar parte de La joven compañía de Teatro Clásico. El mundo de la televisión tampoco tardaría en fijarse en él y ya lleva un año protagonizando la sobremesa de miles de familias con El secreto de Puente Viejo. Esta semana, desde el mítico bar Carbones 13, os invitamos a conocer a Francisco Ortiz.

                                                                                  

Ángel Caballero: Me ha llamado la atención como te describes en tu perfil de Twitter, donde te defines como ¿Actualmente actor?.

Francisco Ortiz: Bueno, yo pienso que nunca sabes dónde te va a poner la vida, y en su momento, cuando me lo hice, también lo vi más como un sitio donde informar sobre la profesión que tengo ahora. Como sabes, nuestro oficio está lleno de incertidumbre y cuando escribí eso no sabía si dentro de tres años iba a poder seguir dedicándome a esto o trabajaría en otra cosa. No sé cómo me irá en este trabajo el día de mañana, pero sí sé que siempre me sentiré como un actor.

 

 (Francisco lleva: Cazadora Antony Morato y Camiseta Deus; Ángel lleva: Camisa Antony Morato y zapatillas Veja)

 

A.C: ¿Siempre tuviste claro que querías ser actor?

F.O: Sí, siempre, desde que era muy pequeño. Pensaba que no podía hacer otra cosa y aposté todo a aprender interpretación. También he tenido la suerte de poder rodearme de gente con un gran criterio y con un amor por la profesión que me ha hecho cuidarla y avanzar con respeto.

A.C: Llevas relativamente poco disfrutando del mundo profesional? ¿Cómo está resultando esta nueva etapa?

F.O: Muy bien. Acabé en la RESAD y nada más terminar me presenté a las pruebas para La Joven Compañía de Teatro Clásico y me cogieron. Hice dos montajes con ellos, me fue bastante bien y ahí me vio Sonia Baena (mi representante). Empezamos a trabajar juntos, me consiguió una prueba con Yolanda Serrano y Eva Leira, me cogieron y entré en El secreto de Puente Viejo, que está siendo lo primero que hago en el medio audiovisual. Estoy aprendiendo muchísimo con esta experiencia y descubriendo un montón de cosas.

A.C: No sé si durante tu etapa en la RESAD llegaste a coincidir con Carlos Serrano, que también protagonizó El secreto de puente viejo durante bastante tiempo.

F.O: Sí, aunque él estaba en un curso por debajo del mío. Es un tipo estupendo y cuando me dijeron que iba a entrar en Puente Viejo, y sabía que estaba él, me dio una alegría enorme. Lo que ocurre es que nada más entrar yo su personaje abandonaba la serie, por lo que coincidimos poco tiempo.

 

A.C: Los actores que salen de una misma escuela comparten como un mismo código, que puede ayudar a agilizar mucho el trabajo.

F.O: La verdad es que sí. Aunque después también es cierto que te acuerdas lo justo de la escuela, sobre todo en una serie diaria, y estás más pendiente de sobrevivir. (Risas)

A.C: ¿Consideras que has podido aplicar en este medio la mayoría de las herramientas que te dieron como actor en la escuela?

F.O: Yo siempre digo que soy el actor que soy, en gran parte, gracias a la técnica que aprendí, pero también es cierto que me cuesta mucho tenerla siempre en la cabeza y poder aplicarla. Al final lo que intento es sobrevivir haciéndolo lo mejor posible y aplicarla, o regresar a ella, cuando verdaderamente tengo problemas. También creo que hay cosas de la técnica que muchas veces aplicamos sin darnos cuenta.

A.C: ¿Recuerdas qué tipo de actor querías ser cuando entraste en la RESAD?

F.O: Yo quería ser el mejor? (Risas) Después, lo primero es la bajada a la tierra, al descubrir que no hay mejores ni peores actores. Creo que hay actores muy buenos que no son considerados los mejores y creo que hay otros que por querer ser muy buenos nunca llegarán a serlo, precisamente por esa preocupación. En la RESAD, como en las demás escuelas, te imponen un maestro y pienso que uno para ser actor debe encontrar a su propio maestro.

 

 

A.C: ¿Tienes pensado seguir con tu formación en otras escuelas para descubrir nuevos maestros y nuevos métodos interpretativos?

F.O: Sí, por supuesto. Yo nunca dejaré de formarme y prepararme. Creo que acabaré antes de trabajar que de formarme.

A.C: He leído en otras entrevistas que te han hecho que, al principio, no estabas muy seguro de querer entrar en el medio audiovisual.

F.O: Sí, porque no sabía si iba a ser capaz de asimilar todo lo que conlleva. Yo me considero un actor que necesita tiempo para sacar un buen resultado, tiempo para asimilar lo que estoy haciendo. La rapidez y el ritmo con el que se trabaja en una serie diaria, eran cosas a las que yo no sabía si sería capaz de hacer frente. Por suerte, luego fue todo fantástico; en la serie todo el mundo te ayuda e intentan que todo vaya a favor nuestro.

A.C: O sea, que ya has conseguido hacerte con ese ritmo…

F.O: Sí. Yo venía del teatro y estaba acostumbrado al ensayo, error, ensayo? y aquí no hay lugar a eso. Ese era mi principal miedo, pero ya está superado. Puente Viejo es una serie diaria, pero con un equipo muy profesional, muy implicado en lo que está haciendo y pienso que ése es el verdadero secreto del éxito de la serie.

 

A.C: ¿Cómo estás conviviendo con la parte mediática que te aporta estar en un proyecto de estas características?

F.O: Estoy encantado. Me gusta que la gente me conozca y valore mi trabajo.

A.C: Además, en la ficción interpretas al hijo de dos personajes que fueron muy queridos, lo que hace que el público te reciba con más cariño?

F.O: Sí, es que ha sido todo muy fácil.

A.C: ¿Cómo te desenvuelves en los photocalls, sesiones de fotos, reportajes como el que hacemos hoy?

F.O: La verdad es que he hecho muy poco todavía. No soy muy amigo de las fiestas y ese tipo de cosas, pero a lo poco que he ido se me ha tratado siempre tan bien que creo que nunca voy a poner pegas a ir donde me inviten. El trato de la gente siempre ha sido fantástico y se me ha valorado bien.

 

A.C: ¿Te gustaría volver a tus raíces, al teatro clásico?

F.O: Sí. Es que es el oficio que yo aprendí, y, por ejemplo, al audiovisual me he tenido que adaptar. Pero el oficio por el que yo me enamoré de esta profesión fue el teatro.

A.C: ¿Qué sientes cada vez que recuerdas ese minuto antes de salir a escena en el que no sabes si quieres salir corriendo o comerte el escenario?

F.O: Fíjate, cuanto más preparado he llevado las cosas, menos sensación he tenido de querer correr. Creo que en cualquier texto que interpretes, siempre habrá una vuelta que no le hayas dado o algo que podrías haber trabajado más, y, para mí, la pena del audiovisual es que, como no hay tiempo, siempre me quedo con la sensación al acabar una secuencia de que hay cuatro rincones por los que  no he podido pasar. Sin embargo, en el teatro sí que tienes ese tiempo que te permite que, de la primera lectura al día que estrenas, la visión sea completamente diferente.

A.C: Y, de repente, llega un día en el que ese texto que has dicho cientos de veces adquiere otro sentido por algo nuevo que descubres en escena?

F.O: Por supuesto. Cada función es diferente? Tú eres el mismo cuando te acuestas que cuando te levantas y no eres el mismo el día de la función del martes que el de la del sábado.

A.C: Si echas la vista atrás, ¿Hay funciones que has hecho y que ahora harías de otra manera?

F.O: Claro. Es más, volvería al día uno de ensayos porque todo lo que he aprendido ahora en televisión, con las complicaciones de las que hemos hablado y la falta de tiempo que hay en una serie diaria, me ha hecho tener que buscar nuevos recursos, y siento que he cambiado como actor. En este tiempo he adquirido cosas nuevas que creo que me han hecho crecer, y me gustaría poder emplearlas. De hecho, en el mes de junio estreno una función en Microteatro Por Dinero, junto a Carlota Baró, y te puedo asegurar que afronto el trabajo de una manera muy diferente a como podía haberlo hecho el año pasado.

A.C: Cuéntame algo más sobre este nuevo proyecto teatral?

F.O: Es una historia de amor entre dos personas, muy actual y un buen reflejo de los problemas humanos. También habla de que muchas veces las cosas no son lo que parecen, y de que por mucho que uno ansíe algo hay veces que no debe hacerlo. Estrenamos el 3 de junio y estaremos todo el mes en Microteatro, en la Calle Loreto y Chicote.

A.C: ¿Es la primera vez que te enfrentas a una función de pequeño formato con el público a un palmo de distancia?

F.O: Bueno, en las muestras que hacíamos en la RESAD teníamos al público muy cerquita? La verdad es que estoy deseando empezar. Tengo muchas ganas de experimentar lo que es hacer cinco funciones en un mismo día. Ganas de ver lo que me va a pasar, de ver cómo voy a sudar, cómo va a responder mi cuerpo y mis emociones? Quiero entrar en esa espiral y descubrirme. Y, por supuesto, ver la reacción del público, que lo vamos a tener al lado.

 

A.C: ¿Qué sueles hacer con tu tiempo libre? O sea, el poco que te dejará la grabación de El secreto de Puente Viejo…

F.O: Me gusta coger la bici, el campo, esquiar? Es que la montaña y la nieve son cosas que me apasionan. (Risas)

A.C: Y después de la montaña nada como una siesta delante de la chimenea, ¿No? Te lo pregunto por una foto que colgaste hace poco en las redes sociales?

F.O: Sí, bueno, eso fue durante el rodaje de Puente Viejo, en uno de los descansos? Como decía Fernando Fernán Gómez: “Nos pagan por esperar”, y hay esperas que se hacen más pesadas y otras menos. Aquella en concreto fue fabulosa, porque estábamos grabando en exteriores, a una temperatura muy baja, con mucho frío, y yo aproveché una de esas esperas y me eché una siesta en frente de la chimenea a pleno rendimiento. La verdad es que estuve muy a gusto. (Risas)

A.C: Nuestra profesión nos permite hacer cosas que nunca habíamos soñado hacer o estar en sitios en los que no habríamos imaginado que podríamos encontrarnos?

F.O: Fíjate, yo siempre digo que en el año que llevo en Puente Viejo he pasado por más cosas que desde que he empezado a intentar dedicarme a esto. He montado a caballo, he intentado asesinar a gente, cárcel, he tenido celos, escenas de cama?

A.C: No sé tú, pero yo prefiero una escena de asesinatos a una de cama?

F.O: Pues en solo un año he hecho cuatro (Risas). Pero han salido muy bien y han quedado muy bonitas. Yo creo que el secreto de estas escenas es conocer mucho a la persona que tienes enfrente.

A.C: ¿Qué ocurre cuando te quitas la barba? ¿Te siguen reconociendo por la calle?

F.O: No lo sé, porque llevo tres años sin poder quitármela. Cuando entré en la joven compañía de teatro clásico ya la llevaba, me pidieron que me la dejara también para la siguiente función y cuando hice las pruebas para Puente Viejo me dijeron que fue un punto a favor.

A.C: Para acabar, te pediría que me adelantaras un poco de lo que nos deparan los próximos capítulos de El secreto de Puente Viejo.

F.O: Pues vienen buenos tiempos para Bosco. Se acercan cosas buenas y, por primera vez, se asienta un poco en lo que él pretende que sea su vida. También habrá momentos intensos? y digamos que El Jaral, que es donde vive Bosco, va a entrar en un círculo de situaciones muy convulsas de las que él intentará salir como pueda.

A.C: Francisco, te deseo mucha suerte. Ha sido un placer conocerte y ojalá volvamos a coincidir pronto.

 

NO TE PIERDAS, el próximo JUEVES 4 de JUNIO, AlgoPasaCom… LETICIA DOLERA

 

TEXTO: ÁNGEL CABALLERO

FOTOGRAFÍAS: MOISÉS FDEZ ACOSTA

MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: KRISTINA SÁNCHEZ

ESTILISMO: CARMEN BENA

PRODUCCIÓN: JAIME PALACIOS

AGRADECIMIENTOS: CARBONES 13