Christian Sánchez: “Me gusta que los personajes tengan algo mío”.

Christian Sánchez: “Me gusta que los personajes tengan algo mío”.

Actor multidisciplicar, que disfruta aprendiendo y creciendo cada día, ya sea bajo los focos de un plató o sobre las tablas de un escenario, como las del Teatro Nuevo Alcalá de Madrid, donde cada noche se mete en la piel del mítico Johnny Castle en el musical Dirty Dancing. En breve estrenará la segunda temporada de la serie Yo Quisiera y Perdóname, señor (una de las grandes apuestas de Telecinco para este año), en la que se enfrentará a un personaje que nada tiene que ver con los que ha afrontado hasta ahora. Christian Sánchez nos cuenta como saborea el dulce momento profesional que está atravesando…

Ángel Caballero: Tienes formación en interpretación, canto, danza… Eres lo que se conoce como “un actor completo”. Sin embargo, en España eso es algo que parece que no terminamos de valorar, cuando en países como Estados Unidos o Inglaterra, es una formación esencial para el actor.

Christian Sánchez: Bueno, yo creo que cada vez se valora un poco más… Yo estoy mucho más centrado en la interpretación, pero también me he formado como cantante y como bailarín. No deja de resultarme curioso como gente que viene a verme a Dirty Dancing, donde tengo cuatro números de baile y dos horas de interpretación, lo primero que te dicen es: “qué bien bailas”. Creo que esto ocurre porque se da por hecho, erróneamente, que todo el mundo puede (mejor o peor) interpretar. Y, en el caso de Dirty Dancing, la danza tiene mucho que ver con la trama, porque interpreto a un profesor de baile, pero además es un personaje bastante complejo, con un mundo interior en el que puedes explotar mucho el trabajo actoral. Esa es una de las cosas que más me gustan de este personaje.

 

A.C: Patrick Swayze, que protagonizó la versión cinematográfica de Dirty Dancing, contaba que en sus comienzos muchos compañeros de profesión no le tomaban en serio por venir del mundo de la danza. ¿Tú también has sentido esos prejuicios hacia ti como actor?

C.S: Sí, muchas veces. Venimos de una época muy celosa en el ámbito de la interpretación; parecía que si cantabas o bailabas, ya no podías ser actor. Pero yo creo que es por algo, casi, cultural. En España pensamos que un bailarín que interpreta es un intruso en esta profesión, cuando es todo lo contrario, porque todos los conocimientos extra que puedas aportar lo que hacen es sumar. En Estados Unidos, para ser un buen actor tienes que saber controlar tu voz y tu cuerpo, que son tus herramientas como actor, y cuanto más control sobre ellos tengas, más podrás abrir el abanico de los personajes que puedas interpretar. Ahora, por ejemplo, gracias a películas como La La Land, que es un homenaje a los musicales clásicos de Ginger Rogers y Fred Astaire, parece que se va abriendo un nuevo camino.

A.C: A mí nunca se me olvidará la primera vez que te vi bailar, porque fue muy sorprendente. Y, además,  muy divertido…

C.S: ¿Cuándo fue?

A.C: En la feria del atún de Barbate, durante el rodaje el rodaje de Perdóname, Señor. Se nos acercó un grupo de chicas para sacarnos a bailar a los compañeros que estábamos allí, y que nos defendíamos como podíamos. Pero cuando saliste tú, nos quedamos todos a cuadros, y ya todas sólo querían bailar contigo…

C.S: Sí, me acuerdo de esa noche porque nos lo pasamos muy bien. Es que han sido muchos años aprendiendo y ahora, que estoy mucho más enfocado a la interpretación, es algo que está tan integrado que es como una habilidad más a la que recurrir como actor si el personaje lo requiere. Además, disfruto mucho cuando puedo combinar disciplinas, ya sea en el teatro, como estoy haciendo ahora, o en alguna serie.

A.C: Hablando de series… En breve se estrena Perdóname, Señor. ¿Hablamos un poco de tu personaje?

C.S: Claro. Como tú ya sabes, interpreto a Alvarito. Es un personaje muy dramático con un trasfondo muy bonito, que espero que me sirva para demostrar muchas cosas y que la gente que me ha conocido como bailarín pueda verme también en este registro.

A.C: De hecho, y corrígeme si me equivoco, yo creo que es el personaje más oscuro que has interpretado hasta la fecha, ¿No?

C.S: Sí, justamente.

A.C: Y que, además, tiene muy poco que ver contigo, que eres una persona bastante cercana y fácil de tratar.

C.S: Esa es otra ventaja, la suerte de poder hacer algo diferente a como yo soy. Que, al fin y al cabo, es una de las cosas con las que más se disfruta cuando estás interpretando un personaje. Aunque también te digo que en el proceso de creación le di algunas cosas mías, que creo que aportaban un poco de luz a todo ese mundo oscuro en el que él está viviendo.

 

A.C: Bueno, hay algo que sí que tenéis los dos en común y es un gran dominio a la hora de montar en moto.

C.S: Eso sí. (Risas)

A.C: Y buena prueba de ello es que te llegaste a llevar la tuya al rodaje… Por cierto, ¿Llegaste a rodar con ella?

C.S: No, porque las que teníamos en la serie eran de cross. Pero sí que me habría encantado, porque ya sabes que soy muy motero y me encantan las motos. No fue nada fácil conducir una moto de cross en la arena de la playa, pero lo disfruté muchísimo. Además, rodamos muchas escenas de acción… yo creo que es un producto muy completo. También tenemos la trama de Paz Vega volviendo al pueblo de donde salió y enamorándose de nuevo de todo lo que ella era antes. También hay una gran relación de amistad entre Rafa (el personaje que interpreta Jesús Castro), Alvarito y el resto de personajes jóvenes de la serie, que creo que también es uno de los puntos fuertes.

A.C: ¿Qué tal fue el trabajo con Paz Vega?

C.S: Muy bueno. Ella tiene una energía maravillosa…

A.C: Recuerdo que, viéndola trabajar, me llamaba mucho la atención su profesionalidad, su control sobre todo lo que está ocurriendo en la escena y lo buena compañera que es.

C.S: Sí, a mí también me sorprendió mucho su manera de trabajar. Cómo se involucra con los compañeros, con el equipo, con su personaje… Ella es muy comprometida, lleva a cabo el trabajo de un modo muy profesional y está muy implicada en lo que está haciendo. Intenta siempre aportar hasta el más mínimo detalle y que no se le escape nada. Obviamente, tiene una gran carrera a sus espaldas y eso se nota.

(Ángel y Christian llevan: Total look Marciano y zapatos Hault Brand)

 

A.C: En los últimos meses has compaginado las grabaciones de Perdóname, señor o Yo Quisiera, donde tienes personajes más importantes, con pequeñas apariciones episódicas en otras series como Olmos y Robes o La que se avecina. Muchas veces, un personaje pequeño puede ser más difícil de defender que uno más extenso…

C.S: Exacto. Es mucho más difícil, porque tienes menos información, porque no conoces tanto la historia, porque no lo sientes tan tuyo, porque no tienes un día a día para ir aportándole más cosas y tienes que condensarlo todo en una jornada de grabación. A mí todo lo que sea trabajar y aprender me encanta, y no me supone un problema si el personaje es más pequeño o más grande. Yo baso mucho mi trabajo de interpretación en la experiencia, así que mientras más experiencias tenga, mejor.

A.C: Te gusta afrontar los personajes desde ti…

C.S: Sí, me gusta que siempre tengan algo mío y buscar ese punto en común para entenderlo y desde donde trabajar.

 

A.C: ¿Qué tal llevas las críticas?

C.S: Yo para eso soy muy tolerante, porque creo que todo el mundo tiene derecho a tener su opinión. También pienso que es importante filtrar y saber de dónde vienen unos comentarios y de dónde vienen otros. Hay críticas de gente que te juzga ya solo porque tengas un determinado físico, y nunca te han visto trabajar. O, por ejemplo, también hay gente que te ve en Dirty Dancing y te dicen: “Qué bien imitas a Patrick Swayze”, y precisamente yo, desde que supe que estaba en el musical, no he querido volver a ver la película para no viciar mi trabajo y afrontar el personaje desde mí, pero supongo que por la forma en la que está dirigido puede que les recuerde en algo.

 

A.C: Imagino que ahora todo el mundo te pedirá que le hagas el famoso salto de la película, y que nosotros también hemos homenajeado en el video de promo del reportaje.

C.S: Sí… Que, por cierto, no sé si sabes que se llama el salto del ángel. (Risas)

A.C: Pues yo me sé de un ángel que se ha quedado sin salto. (Risas)

C.S: A mí no me importaría hacerlo, pero es que para quien no sepa es algo peligroso. Incluso para muchas entrevistas me lo piden, y hay que explicarles esto. Donde sí lo hice fue en El Hormiguero con Pilar Rubio y fue maravilloso. Desde el primer día que lo ensayamos salió y no hubo ningún problema, porque también tiene que ver mucho con el eje y el centro de la persona.

 

A.C: ¿Cuántas veces llegas a hacerlo a la semana?

C.S: Depende de las funciones que tenga, porque también hay un cover que hace algunas funciones, pero, por lo general, unas ocho o nueve veces. No es demasiado difícil, porque en realidad son dos energías que tienen que ir a la par, y que ni siquiera tiene que ver con la fuerza.

A.C: ¿Y alguna vez se te ha caído la chica?

C.S: Por ahora, no. (Risas) Tenemos especial cuidado en ese momento, además de para no hacernos daño, para que todo salga perfecto porque es uno de los grandes momentos del musical que viene a ver la gente.

A.C: Este es tu primer papel protagonista en un musical. ¿Te gustaría hacerlo en una función de teatro al uso?

C.S: Me encantaría.

A.C: ¿Una comedia podría ser otra buena asignatura pendiente?

C.S: Bueno, hice Gym Tony y me quedé muy satisfecho con el trabajo, sobre todo porque no sabía que podía hacer ese tipo de personajes. Además, aprendí una barbaridad y me divertí muchísimo. Fue una de las experiencias más bonitas que he tenido en una serie.

A.C: ¿Qué me puedes adelantar de la segunda temporada de Yo Quisiera?

C.S: Tiene un toque diferente a la primera. Se ha subido un poco más la edad del espectador. Y va a haber personajes nuevos que entran, que son maravillosos. Yo estoy encantado con el resultado y creo que va a gustar mucho, tanto aquí como en Méjico o en Italia, donde también se está emitiendo.

 

A.C: Me han soplado que con tu primer sueldo te compraste un piano…

C.S: Es cierto. Fue un capricho que ya tengo más que solventado. La música es una parte fundamental de mi vida y lo primero que hago todas las mañanas al levantarme, siempre que puedo, es ponerme a tocar un rato. Lo disfruto mucho.

A.C: Christian, gracias por compartir este rato tan agradable. Queda pendiente ese salto de ángel…

C.S: Ya veremos… (Risas) Gracias a ti.

TEXTO: ÁNGEL CABALLERO

FOTOS: MOISÉS FERNÁNDEZ ACOSTA

MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: GEMA MARTÍNEZ

ESTILISMO: CARMEN BENA

PRODUCCIÓN: JAIME PALACIOS